Hacerse un tatuaje de nuestro mejor amigo animal es algo muy personal, por eso te recomendamos que te tomes tu tiempo para personalizar una pieza tan exclusiva.

Lo primero que deberías tener en cuenta es considerar la colocación del tatuaje. Si tu tatuaje se expone a diario, las personas que te rodean no podrán evitar acabar por preguntarte qué es y qué significa. Si esto puede resultarte incómodo, tal vez sea mejor que consideres colocarte el tattoo en un lugar menos visible.

Si te preocupan las agujas hacerse un tatuaje pequeño es una buena opción. Aunque a menor sacrificio, menor recompensa. Sobre todo si quieres que tu tatuaje sea rico en detalles.

Si a pesar de querer tener un recuerdo no te gustan los tatuajes de animales, pero aún así quieres un tatuaje con el que recordar a tu mascota, una idea es utilizar algún símbolo, como, por ejemplo su collar, o algo que te haga recordar su nombre: el collar con su nombre, su huella… Elegir el estilo correcto depende de tu gusto.

Si quieres que tu tatuaje destaque, un retrato realista de color o el estilo acuarela podría ser una de las mejores opciones. Por lo general, ocupan mucho más y por esa misma razón permiten añadir más detalles, matices, fondos vibrantes…

Para evitar el color una buena opción es el Black&Grey. Dentro de sus posibilidades destacamos el retrato realista, la línea fina y el dotwork. Estos tatuajes encajan mejor en cualquier tamaño aunque como ya hemos comentado anteriormente, cuanto más espacio, más claro se verá.